miércoles, 31 de julio de 2024

CÓMO ABRIR TU TERCER OJO

El tercer ojo simboliza un estado iluminado de conciencia a través del cual puedes percibir el mundo casi de una manera sobrenatural. Sin embargo, usar tu tercer ojo no significa convertirte en psíquico o desarrollar poderes mágicos. Significa tener un mayor control sobre tu mente y tus emociones, y un sentido de intuición más profundo sobre el mundo que te rodea. Desafortunadamente, no podrás hacer este cambio de la noche a la mañana; tendrás que dedicar tu vida a la práctica espiritual, que involucra practicar la consciencia de tu mente a diario. Sigue leyendo para aprender a hacerlo.


Aprende a meditar

1-. Encuentra el ambiente adecuado. Elige un lugar que esté relativamente tranquilo en donde puedas estar solo por lo menos 30 minutos. No tiene que estar en silencio total, pero trata de encontrar un lugar en donde no te distraigas mucho.

2-. Asume una postura de meditación. Siéntate en el piso con tus piernas cruzadas, tu espalda recta y tus manos descansando sobre tus rodillas. Si sentarte en el piso te es incómodo, siéntate en una silla con tu espalda recta.

  • Usa tus músculos abdominales para levantar la parte superior de tu cuerpo, y no permitas que te jorobes. Apunta tu pecho hacia afuera y mantén tus hombros abajo.

3-. Relaja tu cuerpo. Todas las personas guardan tensión en sus cuerpos a diario, lo que puede dificultar que te concentres. Tal vez ni siquiera sepas lo tensos que están tus músculos hasta que hagas un esfuerzo consciente para relajarlos. Deja que tus hombros caigan, deja que los músculos de tu cuerpo se liberen y voltea tu cabeza de lado a lado para que se libere la tensión.

4-. Relaja tu mente. Esta es la parte clave para abrir tu tercer ojo, y la más difícil, porque tendrás que vaciar todos los pensamientos de tu cabeza. Hazlo enfocando toda tu atención en un aspecto del mundo físico, ya sea tu respiración, el sonido de los carros afuera, o la sensación del suelo debajo.

  • Es imposible no tener pensamientos por completo. Si un pensamiento se presenta, simplemente reconócelo, etiquétalo como “pensamiento” y permite que desaparezca en el ojo de tu mente.
  • Tomará mucha práctica y paciencia que puedas despejar tus pensamientos efectivamente. Muchas veces, las personas tienen dificultades durante los primeros 10 a 15 minutos de meditación, pues sus mentes siguen dispersas en el caos de la vida diaria. Toma un poco de tiempo hacer la transición del mundo externo a tu estado meditativo.

5-. Hazte el hábito de meditar a diario. Piensa en la meditación como piensas en cepillarte los dientes; entre más lo hagas, más efectivo será. Incluso si solo meditas de 3 a 5 minutos al día, poco a poco te estarás entrenando para hacerte más consciente.

  • Es recomendable que pongas un temporizador para ti mismo mientras meditas para que no estés preguntándote a cada rato cuánto te falta.

No hay comentarios:

NO MÁS VIOLENCIA DE GÉNERO

NO MÁS VIOLENCIA DE GÉNERO