¡Bendito sea el sabbat de las brujas!
Efectivamente, nuestro querido Samhain ha llegado una vez más.
Podemos oler la belleza de la decadencia en el aire. Podemos sentir el espacio liminal del “amanecer estacional”, que nos separa del otro mundo por un mero velo de gasa.
Es hora de sentirse bruja.
Considera la posibilidad de elaborar un amuleto para añadirlo a tu decoración de Halloween, algo que puedas colgar todos los años con orgullo para tu brujería.
Un amuleto de Samhain ideal consiste en un manojo de ramitas, hojas caídas y diversos restos florales (piensa en El proyecto de la bruja de Blair). Sólo debes utilizar elementos caídos o muertos; no recojas nada tú misma.
Lo ideal es emplear un cordel natural, como cuerda de yute (disponible en cualquier ferretería) para unir estos elementos junto con hierbas, piedras y hechizos escritos para la protección energética oculta en su interior.
Tu intuición de bruja te guiará para crear un manojo desordenado o una forma de pirámide o cubo más finamente elaborada empleando ramitas caídas.
Realiza cualquier magia de protección que desees en este momento y cuelga el amuleto todos los años dentro o fuera de tu casa.
-Raven Digitalis
