Plata en los cabellos.
Oro en los dientes.
Piedras en los riñones.
Azúcar en la sangre
Plomo en los pies.
Hierro en las articulaciones.
Y una fuente inagotable de Gas Natural.
¡¡¡Nunca pensé que a partir de los 50
pudiera llegar a tener tanta riqueza interior!!!
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