No, ni la moral ni la ética influyen en los símbolos ni en el mensaje de los sueños.
La moral se origina en la corteza cerebral, mientras que los sueños vienen de mayores profundidades, las del sistema límbico. Sin embargo, los intereses espirituales, como el de la moral misma, no se pierden, sino que pasan a ser un factor más y el soñante los aprecia de manera neutral. Los contempla como valores que ha de adquirir según se le ha enseñado.
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