martes, 14 de julio de 2009

QUÉ LUGAR MÁS HERMOSO PARA MORIR

 
Hace apenas una semana que terminé este libro…
Me ha hecho reír, llorar y enfadarme mucho… me explico:
A quienes, como yo, tan solo sabíamos de Félix por lo que nos han contado (yo tenía  cuatro años cuando él murió y lo que recuerdo de ese día es que murió una prima), este libro les hará conocer un poco a este hombre de campo muy sabio que nos contó como nadie lo que había tras los muros de las ciudades en las que nos hemos enjaulado.
Cuenta el libro, algunos datos biográficos de Félix, sobre todo aquellos que le “empujaron” a convertirse en el hombre que fue.
Algunos compañeros y amigos cuentan vivencias personales y opiniones sobre cómo se desarrollaron ciertos acontecimientos… descubriéndonos también las virtudes y defectos de este gran hombre…
También se descubre como el deporte nacional del país –que no es el fútbol ni la siesta-,hizo que le pusieran mil zancadillas e impedimentos para realizar su deseo más grande: proteger la naturaleza y enseñarnos cómo hacerlo…
Sí, amigos míos, la envidia que le tenían a este sencillo hombre de campo que amaba los animales hizo que  aquellos a los que hacía ganar dinero y prestigio le quisieran dar la espalda (o directamente se la dieran), amén de sembrar rumores sobre su forma de trabajar y de ser…
Es alucinante cómo nos gusta derribar al ídolo, al que tiene éxito…
Pero esto es más grave aún, cuando con esa actitud se escatiman medios y provoca decisiones desacertadas que, como este caso, provocó la muerte de 4 personas…
Porque esa es otra, cuando murió Félix, con él murieron dos de sus compañeros: Teodoro Roa y Alberto Mariano Huéscar (con solo 24 años), además de Walter Dobson, el piloto…
He alucinado sabiendo que fue amigo de Jacques Cousteau y que el reciente Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales: Sir David Attenborough dijo que  se considera hijo de la obra de Félix Rodríguez de la Fuente…
Me enfurecí al saber que TVE, que tanto prestigio  (y dinero) consiguió gracias a los programas de Félix (que no fueron  sólo los de El hombre y la tierra), que se veían en todo el mundo, le dio de lado tanto antes (le “cerraron el grifo”) como después de morir (dejaron de emitir el programa, echaron a, prácticamente, todos sus colaboradores) y aún hoy, se niegan a reemitir la serie que tanta fama le dio antaño…
¿Cómo se puede tratar tan mal a alguien que hizo tanto por la naturaleza de nuestro país?
¿Qué pensaría ahora “nuestro amigo Félix” si viera que todos sus temores (o casi todos) se han hecho realidad? ¿Qué muchos de sus queridos animales y culturas que admirada han sido llevados al borde de la extinción?
Bueno, todo este rollo es para deciros que me ha gustado mucho el libro y que si os gusta la naturaleza y Félix, pues leedlo y ya me contáis…
¡Ah! El autor es Juan Manuel Ramos Cumplido…

1 comentario:

Pablo dijo...

Necesitamos no solo un crecimiento sostenible (que de momento se queda en sostenido) sino tambien un progreso espiritual. Un mundo donde trabajar suponga ganar valores, un alma más grande, en vez de sólo un coche mejor.
De momento hasta que llegue ese sueño la naturaleza es un buen lugar donde buscar ese progreso espiritual para nuestro propio corazón. Recomendaría a todo el mundo leer la carta del jefe Seattle al presidente americano y reflexionar.

NO MÁS VIOLENCIA DE GÉNERO

NO MÁS VIOLENCIA DE GÉNERO