La Luna de septiembre proyecta una luz fresca sobre la tierra cambiante. Esta Luna llena te insta a reflexionar sobre la bendición de los finales.
Los árboles trabajan todo el verano para aportar oxígeno, frutos y sombra, pero en los climas más fríos están ahora al final de su ciclo. Una hoja completa su vida en un resplandor naranja y rojo de gloria, tras haber cumplido su propósito. Esto nos recuerda que no todos los finales son negativos. De hecho, a menudo son un momento para alegrarse y sentir gratitud.
La Luna llena de septiembre ilumina todo lo que has ganado y lo celebra. Los brillantes colores del otoño son bellos recordatorios de nuestras victorias en lo que va de año, aunque sean pequeñas. La hoja es una entre muchas, pero eso no reduce su importancia individual.
Durante la Luna llena de septiembre, contempla tus logros, grandes y pequeños, y cómo te han cambiado. ¿Qué cosas están llegando a su fin en tu vida que puedan ser aplaudidas? Incluso cuando experimentas un final no deseado, puede haber alguna pequeña victoria resplandeciente en él.
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