Para facilitar su conquista religiosa, la iglesia católica incorporó las tradiciones locales a sus fiestas y servicios.
La tradición de la Vela del Trueno, en Polonia, es un ejemplo de estas conversiones. Algunos devotos asisten a los servicios de la Candelaria el 2 de febrero para obtener una vela bendecida. Las velas, llamadas gromnice, se rocían con agua bendita como parte de la bendición del sacerdote católico y se distribuyen al final del servicio. Los miembros de la casa sólo encienden la vela durante las tormentas para evitar que los rayos la dañen o cuando alguien pasa de la vida a la muerte, para guiar a esa persona en su camino. Cuando se enciende, una oración dirigida a "Nuestra Señora de la Vela del Trueno" (una versión de María, madre de Cristo) pide protección y misericordia.
Algunos folcloristas especulan que, originalmente, los eslavos rezaban a Devanna (Dziewanna), una diosa de la tormenta parecida a una Perséfone amazónica, o posiblemente a Morana, diosa de la muerte, el invierno y la noche, antes de la sincretización católica.
-Diana Rajchel
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