Reunámonos en círculos para celebrar los dones que nos ha proporcionado la Madre Tierra. Esta época, antaño laboriosa, de cosecha y preparación para los largos meses de invierno, era compartida por la familia y los agricultores vecinos para hacer el trabajo menos tedioso, y siempre iba seguida de grandes reuniones para celebrar el trabajo bien hecho.
Crear una comunidad es un aspecto importante de nuestras vidas, pues fomenta el sentido de pertenencia y rejuvenece el espíritu. Es fácil dejar que la amistad pase a un segundo plano en nuestras ajetreadas vidas, pero dedicar sólo un poco de tiempo a desarrollar y mantener amistades sanas es bueno para el cuerpo, la mente y el alma.
Bajo el resplandor dorado de la luna llena de agosto, reúnete con amigos afines para reconocer los dones que os ha proporcionado la Madre Tierra.
Compartid cerveza local y pan casero, bollos o tarta de bayas.
Comed, bebed y sed felices.
-Monica Crosson
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