A medida que el verano se va apagando y nos adentramos en el otoño, es un buen momento para conectar con la tierra antes de que nos adentremos en los meses más fríos.
Nuestra energía también está disminuyendo, pero la tierra sigue produciendo la cosecha, que celebramos en Mabon. Podemos aprovechar ese poder productivo para enraizarnos y atraer el vigor de la tierra para recargar nuestros cuerpos y espíritus.
Siéntate al aire libre en un lugar tranquilo y privado (si o puedes encontrar un lugar de ese tipo, siéntate en el suelo y siente la tierra debajo de ti). Coloca las manos en el suelo y envía un pequeño pulso de energía para saludar a la tierra.
Siente cómo te devuelve el saludo. Ábrete a la conexión primordial entre el espíritu y la tierra, y atrae la energía hacia arriba a través de tus manos y tu columna vertebral.
Tal vez desees tararear o cantar para aumentar la vibración.
Deja que el poder de la tierra te llene hasta que llegue a la parte superior de tu cabeza. Entonces da las gracias y libera la conexión.
-Deborah Blake
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