En un mundo en el que a menudo se nos juzga por el aspecto, la presión de lucir esplendorosos puede impulsarnos a marcarnos propósitos de año nuevo que suponen que no somos suficientemente buenos.
Por el contrario, nuestra práctica de yoga nos brinda el precioso regalo de experimentarnos de adentro hacia afuera, y la autoaceptación y la compasión que cultivamos en nuestra esterilla de yoga significa que tenemos más probabilidades de tomar decisiones agradables y sostenibles en la vida.
Este año, antes de marcarte cualquier propósito, tómate un tiempo para conectar contigo mismo, y disfruta del arte de simplemente existir.
Acomódate en la postura fácil de yoga (Sukhasana) con las piernas cruzadas, o siéntate en una silla.
Piensa en alguien que amas: un amigo, un compañero, un niño o incluso tu mascota. Envíales amor y buenos deseos. Visualízalos bien, felices y saludables.
A continuación, trata de dirigir hacia ti mismo algunos de esos sentimientos de amor. Visualízate bien, sano y feliz. Trátate con bondad, como lo harías con un buen amigo.
Repite esta afirmación en silencio:
El amor y la aceptación aportan curación.
-Jilly Shipway
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