Dios de la jardinería, vinicultura, marineros y pescadores.
Los romanos usaban una estatua de él con un enorme falo y pintado de rojo como espantapájaros en sus jardines y huertos, también con la esperanza de que produjera buenas cosechas. Frutas, miel y leche eran ofrecidos para obtener sus parabienes.
Era muy popular y se escribieron en su honor los poemas llamados las Priaperas. A veces divertidos y casi siempre obscenos.
Acabó siendo el dios de la virilidad y el amor físico.
Imagen obtenida de un denario de Septimio Severo.
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