En el equinoccio de primavera, el día y la noche son iguales, y en nuestra práctica de yoga podemos explorar el tema del equilibrio del equinoccio trabajando con las posturas de equilibrio del yoga.
También reflexionamos sobre la mejor manera de equilibrar nuestras energías del Sol (Ha) y la Luna (Tha), tanto en el yoga como en la vida.
El yoga nos ayuda a conciliar estas partes opuestas de nosotros mismos, creando condiciones óptimas para que tenga lugar la curación.
Elegimos la pose de equilibrio guerrero 3 (Virabhadrasana 3) para reflejar el equilibrio perfecto de día y noche en el equinoccio.
Ponte de pie, con los pies separados a la altura de las caderas y ambos brazos sobre tu cabeza. Suelta el aire mientras inclinas la parte superior de tu cuerpo hacia delante, levantando al mismo tiempo una pierna recta detrás de ti, alineada con tu torso, y manteniendo los brazos levantados alineados con tus orejas (formando una T en forma humana). Inspira y regresa a la posición inicial. Repite cuatro veces y, en la última repetición, mantén la postura durante algunas respiraciones. Haz lo mismo con el otro lado.
Mientras realizas la postura, repite en silencio esta afirmación:
Creo equilibrio en mi vida.
-Jilly Shipway
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