El solsticio de verano es el momento de alegres celebraciones y en el que festejamos el verdor y la profusión de la tierra. Las fiestas y la danza a menudo solían producirse en esta época. Se encendían enormes ruedas de madera o de mimbre que se echaban a rodar colina abajo para imitar los movimientos del Sol. En este solsticio celebramos ese momento expansivo de abundancia, poder y posibilidad.
Se encendían las hogueras del solsticio en muchos lugares y se echaban en las llamas hierbas sagradas como la artemisa y la verbena. En la cabeza se llevaban coronas o guirnaldas de flores veraniegas y la comunidad se congregaba para los rituales festivos y el jolgorio. Se llevaban a cabo rituales sagrados para señalar este acontecimiento astronómico y terrestre. En tiempos remotos, también se realizaban ceremonias dentro de círculos de piedra alineada con los solsticios y los equinoccios.
En el solsticio, tómate el tiempo necesario para apartarte del ajetreo de la vida diaria para deleitarte con la belleza de la tierra y la gloria de la luz dorada del Sol. Visita una masa de agua o un bosque sagrado y prepara guirnaldas con flores de verano, también para ti. Da gracias haciendo una libación de sidra o cerveza para los espíritus del mundo natural.
Sharynne MacLeod NicMhacha
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