Caminamos en un sueño por el paisaje oscurecido que ofrece enero y dudamos de que la primavera llegue alguna vez. Porque ¿cómo puede algo sobrevivir a la cruel mano del invierno?
Pero los murmullos de la transformación están realmente en marcha en lo más profundo del vientre de nuestra madre; si cerramos los ojos y escuchamos, podemos percibir las señales, pero se requiere paciencia por nuestra parte.
Respira y sueña.
Miramos a la luna llena de enero y soñamos con cosas que pueden ser mientras nos enfrentamos al frío y a la oscuridad en nuestras propias vidas.
Debemos confiar en que la transformación está cerca.
Prepárate una infusión y enciende una vela. Anota esos sueños que yacen dormidos justo bajo la superficie.
Éste es el primer paso de tu viaje.
-Monica Crosson
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