Las bayas que cosechamos en verano pueden proporcionarnos tintas mágicas y rápidas.
Las cerezas y las bayas de Phytolacca americana son algunas opciones obvias, pero las moras y las frambuesas también pueden funcionar.
Recoge una taza de bayas, tritúralas y luego cuela el jugo a través de una gasa o un filtro de café.
Añade ½ cucharadita de sal de mesa y de vinagre de manzana al jugo y remueve hasta que se disuelva. De esta forma se obtendrán entre 30 y 60 mililitros de tinta. Consérvala en un pequeño recipiente de cristal, al resguardo de la luz.
Si la tinta parece demasiado líquida, añade con cuidado y poco a poco, goma arábiga en polvo (aproximadamente de 1/8 a ¼ de cucharadita por cada 60 ml. de líquido) hasta que que la tinta alcance la consistencia deseada.
Algunas personas agregan miel o clara de huevo, en pequeñas cantidades, para conseguir el mismo efecto.
Es necesario conservar la tinta en el frigorífico para que no se estropee.
-J. D. Hortwort
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