Puedes invitar a las hadas a tu jardín, creando un lugar donde puedan vivir.
Busca un lugar sombreado y alejado del tránsito de personas en tu jardín.
Coge una maceta vieja de terracota y desprende con cuidado un poco del borde superior. Comprueba si hay trozos de musgo en la zona que lo rodea. Sólo necesitas un puñado.
En una batidora a la que no estés apegada, introduce el musgo junto con una taza de suero de leche o de yogur natural. Mezcla hasta que obtengas una pasta de musgo.
Humedece tu maceta de terracota y colócala boca abajo en el lugar de tu jardín que hayas elegido. Pincela o vierte el mejunje por toda la maceta y deposita los restos en el suelo, alrededor de la maceta.
Mantén la zona regada hasta que veas que el musgo empieza a crecer. Reduce gradualmente el riego y deja que la naturaleza siga su curso.
Decora la morada del hada con bonitas piedras y cristales, cáscaras de nueces y vainas de semillas de los alrededores.
Tu casa de hadas de musgo ya está lista para sus ocupantes.
-J. D. Hortwort
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