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Éste es un hechizo con leche para nutrir el alma cuando te enfrentes al invierno.

Calienta una taza de leche. Mientras tanto, recoge nieve en un cuenco (unos cubitos de hielo o hielo picado son un sustitutivo excelente).

Coloca la nieve en la habitación que más emplees de tu hogar. Si la leche no está en esa estancia, viértela en una taza y siéntate frente al cuenco con la taza entre las manos.

Inhala el vapor. Contempla la nieve. Invoca a la Señora Brígida y recita este hechizo sobre la leche:

De tierra a pasto,

de pasto a alimento,

de alimento a leche;

de la profundidad de la tierra bebo,

para que la tierra me llene.

Coloca la taza en el cuenco de nieve y observa cómo el calor la derrite. A medida que se derrita, vierte en ella la mayor cantidad de emociones negativas que puedas y deja que también se derritan.

Una vez que la nieve se haya derretido, vierte el líquido por un desagüe; el invierno hará lo mismo con el tiempo.

Repite cada vez que sea necesario.

¿No tomas lácteos? La leche de lino también funciona con este hechizo.

-Dana Rajchel