viernes, 1 de julio de 2016

JULIO

¿Por qué nos fascina el fuego? ¿Por qué nos atrae del mismo modo en que la llama más insignificante atrae a las polillas en el aire de la noche? El fuego es fundamental para la vida: los seres humanos son criaturas de sangre caliente que deben mantener el calor y la energía con el fin de mantenerse con vida. El fuego también es básico para nuestras almas, es un elemento mágico primario que apela a las necesidades centrales para la supervivencia de la carne y de la psique. Cuando pensamos en el fuego, imaginamos al instante energía, calor y pasión.

Cuando los seres humanos se reunían alrededor del fuego por la noche para mantener el calor y estar seguros crearon los primeros círculos de magia y, para las personas que hoy en día practican la magia, persiste esta asociación con espacios liminales (que concierne al comienzo de alguna cosa), ya sea como el foco meditativo de la llama de una vela, el poder adivinatorio del fuego, el fuego de la chimenea encendido en una noche de invierno, la purificación de smudge (fuego cuyo humo protege los campos de las heladas y de los insectos en América del Norte), el crepitar prometedor de una hoguera en Beltane o el uso del fuego en rituales, en ceremonias de iniciación, celebración o vigilia. Los rituales con fuego son el momento ideal para aumentar las energías, celebrar los logros y asumir nuevos retos.

Para hacer fuego se requieren tres elementos: combustible, aire y una fuente de ignición. Comienza con un iniciador del fuego. Mi favorito (de mi amigo Ethan Jewett) es una “bola de gelatina”, una bola de algodón recubierto e impregnado con vaselina (conserva unas cuantas en una lata en tu kit mágico). Haz un montón alrededor del iniciador con materiales puros, como ramas finas y virutas de madera, sin presionarlos, y luego coloca palos secos de un dedo de grosor formando un tipi en posición vertical alrededor de la pila. Enciende el iniciador; a medida que el tipi vaya prendiendo, refuérzalo con piezas más gruesas. Una vez que el fuego arda de manera constante, apila trozos resistentes de leña alrededor del tipi, como si se tratara de una cabaña de madera. Deja espacio entre los componentes para permitir la circulación del aire.

Prepara el fuego con antelación y enciéndelo durante la ceremonia; con un poco de cuidado arderá durante todo el evento. ¡Has encendido el fuego!

Ritual de las cenizas
La magia cordial, la magia de la conexión, es un complemento formidable para cualquier práctica de magia y puedes utilizarla para otorgar poderes a tu propia magia con fuego del pasado, el presente o el futuro.
Cada vez que trabajes con velas, inciensos, smudge o cualquier tipo de fuego, guarda parte de las cenizas o una pizca de hollín. Añade estos restos a un frasco de vidrio con tapa y lleva un registro con la fecha en que se añadieron las cenizas, el lugar y las circunstancias.

Después, cada vez que enciendas un fuego nuevo, empieza por tomar una pizca de las cenizas del tarro y agrégalas a tus materiales antes de prenderlos.

Repite lo siguiente:

     Magia en estas cenizas del pasado,
     Recuerdos unidos al alma, pensados para que perduren.
     Añadidas ahora para encender este fuego,
     Presente y futuro han de inspirar.

Al finalizar cada trabajo, toma una pizca de los restos y agrégala de nuevo a tu frasco de cenizas. A medida que las cenizas se vayan acumulando, mantendrán el poder y la memoria colectiva de toda la magia que has realizado con fuego: ¡poderosa y cordial magia para enriquecer tus fuegos!
-Susan Pesznecker

Animal: Pájaro carpintero, salmón
Flor: Espuela de caballero, lirio de agua
Piedra: Rubí, turquesa


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