Una tradición oral catalana recoge la existencia de un vampiro en la comarca del Ampurdán. Habría sido el Conde Guifred Estruch, un noble de la corte de Berenguer IV, que se había destacado en sus correrías contra el Rey Moro de Valencia. Ya anciano, fue enviado al Pirineo para perseguir brujas y paganos, y allí, por la acción de oscuras fuerzas maléficas, se convertiría en un chupador de sangre.
Lamentablemente, la mayor parte de la documentación histórica relativa a este caballero se perdió durante la Guerra Civil Española… el pueblo de Llers, donde se encontraba, fue destruido por la aviación franquista, como Guernica. Pese a ello, el actor Salvador Sainz se ha decidido a publicar en internet una novela de ficción sobre tan inquietante personaje.
El nombre de “Conde Estruch” o Estruga no ha sido llevado al cine y una meritoria novela de Salvador Sainz es toda referencia a nuestro vampiro nacional que ha entrado en la leyenda a través de dos versiones, ambas pertenecientes a la tradición oral catalana.
Por un lado, una de ellas nos cuenta que en 1.212, el rey Pedro “el Católico” quiso premiar a Estruch, quien se habría distinguido en la batalla de Las Navas de Tolosa. Lo hizo concediéndole el castillo de Llers, población de la provincia de Girona. Mientras moraba allí, sufriría la maldición del vampirismo por quemar a unas brujas de la zona.
Esta leyenda parece derivarse de unos hechos anteriores. Éste (¿el rey?) se enfrentaba a problemas de normalización religiosa en su territorio: temía que los seguidores del paganismo, aún comunes entre las gentes que vivían en el Pirineo, pudiesen cooperar con los musulmanes del sur para derrotar a los señores cristianos. En colaboración con el obispo de Barcelona, Guillem Torroja, pidieron al Conde Guifred Estruch que lanzase una campaña de persecución de pobladores no cristianos en la comarca del Ampurdán, para lo que le cedió el castillo de Llers. Este Guifred Estruch estaba muy bien considerado en la corte de Barcelona desde los tiempos de Ramón Berenguer IV, pues había triunfado contra el rey moro de Valencia, y colaborado decisivamente en la toma de Tortosa en 1.148, y las de Lérida y Fraga en 1.149. La traición del capitán de su ejército, Benach, quién le envenenó por despecho de Nuria, hija de Estruch, fue a su vez continuado por el asesinato de varias personas acusadas de brujería. En el proceso, el conde asesinado se habría convertido en un no-muerto…
La documentación histórica sobre las andanzas del Conde Estruch, como podemos ver, brilla por su ausencia, y ni siquiera es posible saber si fue el héroe del las Navas de Tolosa o el vencedor de Tortosa… y hay 50 años de diferencia entre los dos sucesos. Es que Llers fue completamente destruido durante la Guerra Civil española; todas las referencias desaparecieron. Sólo ha quedado la tradición oral, que nos habla de vampiros y figuras demoníacas deambulando por la Sierra de Mas Carrera durante varios siglos… incluso hasta la actualidad…
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