En la noche oscura y cálida, la Luna llena de junio vigila a las flores dormidas mientras descansan preparándose para un día de exhibición. Con los meses soleados en pleno apogeo, numerosas flores alegres vuelven sus rostros coloridos hacia el cielo, con el deseo de mostrar al mundo su singularidad.
La Luna llena de junio es el momento de autoexpresión, así que abre bien tu espíritu. Muestra tu maravillosa individualidad y enviarás una señal que atraerá la energía alineadora, igual que las flores atraen a las abejas. Muchas flores albergan cosas poderosas en su interior: semillas para el crecimiento futuro, polen para la fertilización y aromas maravillosos. Algunas son impresionantes a la vista, pero se protegen con veneno o espinas.
Tu estás dotada de la misma diversidad. Pide a la Luna llena que te muestre las partes poderosas de ti misma que quizá aún no se hayan manifestado. Puede que te sorprenda lo que descubras a medida que cada parte de ti se revele como los pétalos de una flor que se despliegan.
-Kate Freuler
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