Los antiguos romanos sentían fervor por sus dioses. Su carácter labrado en su propia historia, el orgullo de saberse y sentirse ciudadano romano, quirite, impregnaron todas sus obras. La moneda romana con su iconografía nos muestra ese carácter romano: sus esperanzas, sus creencias, sus problemas, sus defectos y sus virtudes. Sus miedos y sus heroicidades. No era casual que los magistrados monetarios, el Senado o el Emperador decidieran acuñar determinados motivos en sus emisiones monetarias. Tampoco era desinteresado. Cualquier acontecimiento que hubiera tenido lugar podía ser presentado en las monedas para mayor gloria del Emperador o el Senado. O para gloria de la familia emisora en tiempos de la República.
Una hambruna por falta de abastecimiento de grano era seguida por la Annona pública, que daba al pueblo grano para su alimentación. El pueblo debía recordar ese "favor" imperial y para ello se acuñaba la personificación de Ceres o de la propia Annona para mayor gloria del emperador. Este es un ejemplo de como deben leerse la mayoría de los reversos en la moneda romana.
Todo ese amplio mensaje propagandístico unas veces, actos de fe otras, está plasmado en pequeños iconos de los cuales damos aquí una extensa muestra.
Continuará...
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