Mabon,
el primer día de otoño, es la cosecha principal y la época de
agradecimiento de los celtas. Es también cuando la diosa Demeter
perdió a su hija Perséfone a manos de Hades, el dios del
inframundo, cuando las mujeres se separaron mientras recogían
flores. Hades hizo prisionera a Perséfone en su mundo oscuro,
mientras que Demeter, angustiada, la buscaba por todas partes, y los
cultivos se marchitaban a medida que su dolor y su ira aumentaban.
Finalmente, se dirigió a su hermano Zeus, el padre de los dioses y
le rogó que interviniera. Él decretó que, puesto que Perséfone
había comido seis semillas de granada mientras estaba en el
inframundo, debía permanecer allí durante seis meses todos los
años. Finalmente, ella llegó a gobernar el inframundo junto con
Hades, reapareciendo sólo en primavera.
Algunas
ideas rituales incluyen representaciones del mito de Perséfone, con
semillas de granada incluidas, para recordarnos la inminente
“estación de la muerte”. Nuestros festines pueden ser completos
y abundantes, con nuestros platos preferidos elaborados con productos
frescos de la zona. Una dulce tradición tanto para el ritual como
para la mesa puede ser la de compartir una por una las cosas de las
que estamos agradecidos al más puro estilo de acción de gracias y
bendecir tanto la comida como nuestra compañía con las energías
del agradecimiento.
-Thuri
Calafia
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