Octubre
es un mes de cambios repentinos. Lo que ha brotado en la primavera y
crecido durante el verano ahora se cosecha antes de que llegue el
invierno. Es el momento de visitar los mercados de agricultores para
encontrar calabazas y tubérculos de fin de temporada, cestas de
manzanas crujientes y uvas maduras. Pero ¿por qué no visitar un
viñedo local para degustar vinos de hielo?
Los
espíritus de la naturaleza de octubre incluyen las hadas de la
helada y las de las plantas, unas entidades míticas que tocan las
uvas con escarcha con el fin de que sean perfectas para la producción
de vino de hielo. Elaborado con uvas que se han congelado de manera
natural mientras permanecen en la vid y luego se han recolectado con
rapidez, el vino de hielo representa la culminación de la energía
de todos los elementos combinados para producir un verdadero “licor”
sagrado.
Producido
en regiones vitivinícolas nórdicas que disfrutan de heladas
estacionales, el vino de hielo se elabora en lotes muy pequeños y su
dulce sabor único está muy buscado. Si bien sus orígenes se
encuentran en la antigua Roma, ahora se produce una gran cantidad de
vino de hielo en Alemania y en las regiones vinícolas de la Columbia
Británica y Ontario, Canadá.
Tradicionalmente,
el vino de hielo era blanco, y Vidal Blanc, Riesling y Gewürztraminer
eran las variedades de uva más populares. Pero desde hace poco
tiempo también se usan las uvas tintas con mucho éxito, entre las
que se incluyen Cabernet Franc y Shiraz. Mientras todavía están en
la vid, el contenido del agua de las uvas se congela, pero no los
azúcares y otros sólidos. Después de una frenética recolección
manual, las uvas se prensan mientras siguen congeladas. Como de ellas
se obtienen cantidades tan pequeñas de líquido, su esencia y su
sabor se concentran. Después de la fermentación producen un vino de
hielo muy dulce y gustoso, relativamente caro y codiciado.
Mientras
celebras esta época sagrada, ¿por qué no buscas este codiciado
néctar, levantas una copa hacia los espíritus sagrados, brindas por
los elementos y su culminación mágica, y pronuncias una bendición?
Ritual
para beber a sorbos la abundancia
Ninguna
estación es única y ningún elemento es del todo independiente. A
medida que la rueda del año va llegando a su fin, tómate un momento
para recapitular. Mira hacia atrás a las estaciones que han
transcurrido y que han culminado en la producción del vino de hielo
sagrado.
Vístete
con ropa de abrigo, sírvete un vaso de vino de hielo y sal a un
lugar donde puedas girar con facilidad y contemplar la naturaleza en
todas las direcciones.
Ponte
cara al este, levantando tu copa para saludar a la dirección, y
luego toma un sorbo. Di:
Sol
de primavera, fuego ritual; las primeras vides brotan y crecen.
Gira
hacia el sur, levantando tu copa para saludar a la dirección, y
luego toma un sorbo. Di:
Agua
de verano, hidratación líquida; la abundancia de la madre
conocemos.
Gira
hacia el norte, levantando tu copa para saludar a la dirección, y
luego toma un sorbo. Di:
Tierra
de otoño, fértil y rica; bruja, es tu momento de sabiduría.
Gira
hacia el oeste, levantando tu copa para saludar a la dirección, y
luego toma un sorbo. Di:
Aire
invernal, cortante por las heladas; oscuridad sé ahora mía.
Mira la
copa, mientras remueves el vino de hielo, diciendo:
Yo
arremolino juntos estos cuatro elementos,
su
abundancia culmina en la eternidad.
Toma
un sorbo final y saborea el dulzor, y di:
Bendito
sea.
-Dallas
Jennifer Cobb
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