Después
de que las cosechas de cereales llegaban a su fin, los anglosajones
celebraban el mes sagrado (Hāligmōnaþ), que san Beda describe como
“el mes de las ofrendas”. Para esa época, los cereales habían
sido cosechados y almacenados, por lo que se hacían ofrendas a los
dioses en agradecimiento por su generosidad. Cortaban paja y la
traían desde el campo para elaborar tejados, cestos e incluso
muebles.
Hāligmōnaþ es una época de agradecimiento. Reúne a tu aquelarre
para una fiesta de la cosecha tradicional. El Equinoccio de otoño es
el mejor momento para celebrar Hāligmōnaþ. Al menos algunos de los
alimentos para la fiesta deberían provenir de tus propios jardines,
y todo el mundo debería contribuir con algo a la comida. Si no es
posible, trata de comprar frutas y verduras de productores de tu
zona. Los mercados de agricultores son un buen recurso. Los alimentos
locales, ya sean cultivados por ti mismo o por otra persona, te
conectan con la tierra.
Si
el maíz es una parte de tu festín, guarda las hojas para tejer con
ellas muñecas de maíz. Pueden ser tan simples o tan complejas como
quieras. Cada persona que asista a la fiesta puede llevarse una
muñeca de maíz a casa y colocarla en su altar como recordatorio de
las muchas bendiciones de la tierra.
-Alaric
Albertsson
Imagen
extraída de aquí:
http://breakingthechains-nemesis.blogspot.com.es/2011/07/munecas-de-maiz-y-trigo.html
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