
El
frío del aire y la llegada de las calabazas a los mercados del campo
indican que Mabon, el Equinoccio de otoño, está aquí. Mabon es el
segundo de los aquelarres de cosecha y el primer aquelarre oscuro.
Como Ostara, es un momento de equilibrio cuando el día y la noche
son casi iguales. Pero en Mabon la oscuridad comienza a ganar.
En
Mabon, honramos la doble naturaleza de la vida y la muerte. La
naturaleza comienza a descansar mientras entramos en la temporada de
oscuridad, pero sabemos que es sólo un período de regeneración, y
que habrá un renacimiento final. Mabon nos ayuda a entender que la
luz no puede existir sin la oscuridad. Mabon (que significa “Gran
Hijo”) era el hijo de la Diosa Madre. La tradición galesa dice que
fue secuestrado y encarcelado cuando era un bebé en la mística
tierra de Avalon. Más tarde fue liberado y regresó a su Gran Madre
como el Dios Joven. La historia de su encarcelamiento y eventual
regreso en el mejor momento de su juventud hace eco del ciclo de la
naturaleza. Ahora ésta comienza su declive, pero vuelve fresca y
nueva en Ostara.
Compartir
es uno de los mensajes centrales de Mabon. Del mismo modo que la
naturaleza comparte su generosidad con nosotros, nosotros también
deberíamos compartir. Éste es un buen momento para donar ropa poco
usada a obras de caridad y recoger comida para los bancos de
alimentos.
-James
Kambos
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