Hace
mucho tiempo, la Luna bajó a la Tierra. Sentía curiosidad por
contemplar los pantanos y las marismas, ya que había oído que
capturaban su reflejo de forma más bella que cualquier otro cuerpo
de agua.
Mientras
se maravillaba con el pantano, espió a un hombre. Asustada de que
pudiera caer y ahogarse, se acercó, y los bogles, criaturas malvadas
de las marismas, la empujaron para que cayera dentro.
La
Luna yacía enterrada bajo el agua y la maleza, y la gente se dio
cuenta de que había desaparecido. Le preguntaron a una mujer sabia
qué había sucedido y ella les dijo que buscaran en los pantanos.
Espiando
un rayo de luz, liberaron a la Luna. Desde entonces, la Luna brilla
con más intensidad sobre pantanos y marismas, para proteger mejor a
aquellos que los atraviesan en la oscuridad.
Es
fácil apreciar la Luna cuando está llena, pero incluso en su fase
más sombría, es poderosa. Cada etapa de su metamorfosis mensual
tiene su propio significado.
Ofrece
una bendición para ella al final del año, igual que pediste una
bendición al comienzo del año:
Enterrado
en la oscuridad, o coronado con luz,
bendigo
la Luna todas y cada una de las noches.
-Natalie
Zaman
Nota:
No
sé si se habrá basado en este cuento infantil:
https://www.cuentosinfantiles.net/cuentos-la-luna-enterrada/
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