© Frida Castelli
La Luna del Cazador, cuando comienza la temporada de caza en gran parte de Norteamérica, cae en sábado, el día de Saturno.
Esta convergencia de energía habla de la lujuria, un conjunto de emociones y de impulsos que, aunque a menudo son placenteros, también pueden hacer que nos desviemos del camino cuando no coinciden con lo que motiva a nuestros allegados.
Puede manifestarse no sólo como deseo sexual, sino también como lujuria por los resultados, la cual tiene lugar cuando uno está demasiado ansioso por ver si un objetivo o trabajo se ha manifestado y pierde de vista a quien puede afectar su deseo.
Al igual que un amante pierde el interés cuando se le persigue con demasiada avidez, tú también puedes perder lo que buscas manifestar.
Examina lo que inspira tu lujuria. ¿Dónde puedes acercarte? ¿Dónde necesitas darte un respiro a ti misma y a lo que deseas?
Deja que tu cuerpo te hable, pero no dejes que tome tus decisiones; permite que te muestre la emoción que subyace a la lujuria.
A menudo, es algo mucho más complicado que el “deseo” primario oculto entre sus capas.
-Diana Rajchel
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