La
cosecha continúa a medida que la fuerza del sol empieza a menguar y
va dejando paso a los primeros fríos del otoño.
Con
los campos de trigo, cebada, maíz y otros cereales cosechados, la
atención se centra en la recolección de cultivos arbóreos y de
tubérculos. La imagen de la cornucopia llena a rebosar de manzanas y
calabazas es un símbolo familiar de esta época que representa la
esperada abundancia.
En
tiempos antiguos, la abundancia de productos aseguraba la
supervivencia del clan. Tenía que haber suficiente para que durase
todos los duros días del invierno. Dar las gracias con festejos y
festines era la manera de agradecer el duro trabajo de cada
individuo, así como la gracia de los dioses, por la exitosa cosecha.
Con
la vista puesta en el siguiente ciclo anual, las semillas se recogían
y se almacenaban cuidadosamente sabiendo que serían la base de la
abundancia futura.
La
gratitud por toda nuestra experiencia es poderosa para mantener
saludable el suelo sobre el seguimos construyendo, aunque no siempre
es una tarea fácil de cumplir.
Pregúntate
qué has aprendido en toda tu vida hasta ahora, en los buenos y en
los malos momentos. ¿Qué decides llevar adelante?
-Tiffany
Lazic
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