Un
bálsamo es algo que calma. La bergamota es una hierba nativa de
Norteamérica que, al tener un efecto tan calmante como un té, los
europeos la llevaron alegremente al continente en el siglo XVIII.
Esta
agradable, con sus flores de color escarlata (Monarda didyma),
suele recibir el nombre de té de Oswego por la tribu nativa
americana de la zona de Nueva York, que enseñó a los colonos cómo
usarla. No debe confundirse con la bergamota naranja (Citrus
aurantium).
Para
empezar la mañana con un frescor mentolado, prepara un té lunar
bajo la Luna de bergamota. Toma un puñado de hojas de monarda por
cada taza de té. Ponlas en un cuenco de cristal o cerámica
colócalo donde los rayos de la luna puedan alcanzarlo. Cubre las
hojas con agua fría y cubre el cuenco con un plato de cristal o un
trozo de film transparente. Por la mañana, cuélalo y endulza al
gusto, o úsalo para conectar con la tierra después de un ritual de
Luna Llena.
Si
lo deseas, agrega algunos de los pétalos escarlata de la flor en tu
taza. Al igual que el café que se prepara en frío, este delicado
método de elaborar el té libera los delicados aceites que a veces
se evaporan en el agua caliente.
-J.
D. Hortwort
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