Hebe
es la diosa bondadosa de la juventud. Tenía el poder de restaurar la
juventud en los mortales e inmortales por igual. Ella era quien
servía a los dioses néctar y vino dulce mientras estos festejaban.
Entre
los símbolos asociados a ella se encuentran la copa, la jarra y la
juventud. También ayudaba a las novias jóvenes.
La
primavera es su estación, o como Henry David Thoreau escribió sobre
ella: “Siempre que ella venía era primavera”.
También
se la llegó a relacionar con el perdón y los indultos. Los
prisioneros liberados la tenían en gran estima y solían colgar sus
antiguas cadenas en su santuario en señal de agradecimiento. Tal vez
su vínculo con la primavera ayudó a identificarla con los nuevos
comienzos.
También
está relacionada con la vida eterna. En el siglo XIX su imagen fue
utilizada en fuentes públicas, haciéndose eco de su conexión con
la fuente de la juventud.
Ora
a Hebe durante un ritual pidiéndole perdón por un error que hayas
cometido o si necesitas un nuevo comienzo. Empieza brindando por ella
con vino blanco dulce. Da un sorbo a tu copa ritual y después canta:
Hebe,
diosa de corazón afectuoso,
perdona
mi pasado y concédeme un nuevo comienzo.
-James
Kambos
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