La
Reina de Mayo se manifiesta en Beltane, indicando a la tierra que es
el momento para el crecimiento y la lujuria. La naturaleza, las
granjas y las ciudades sienten su poder. Puedes advertir su presencia
en el cemento de una acera de la ciudad. Pensar que lo urbano no la
conquista es un error. Su presencia perdura, a veces en avatares (las
chicas elegidas Reinas de Mayo en escenarios y en celebraciones
vecinales urbanas), y en ocasiones se da a conocer, moviendo sus
caderas en la profundidad de la tierra mientras las temporadas de
apareamiento se extienden por todo su reino.
Incluso
las tradiciones de mayo que celebran la libertad política caen bajo
su influencia: una mujer libre que celebra su fecundidad es un acto
político que resuena en los corazones de los que escuchan a la Reina
de Mayo en primavera. Nada se le resiste. Para algunos, el cemento
hace que el corazón se olvide de la tierra; puede parecer que la
reina es invisible en estos lugares cerrados. Pero aparece incluso en
el cemento: en un primer momento, aparentemente tranquila, y entonces
su presencia se manifiesta en la acera en forma de un trébol
desafiante o un diente de león mecido por el viento.
Sin
el placer de la Reina de Mayo, ciudades enteras podrían morir de
hambre. Las urbes dependen de las granjas; y éstas, del campo
abierto y de la naturaleza que pueda preservar. La Reina de Mayo los
rige a todos y los considera el mismo dominio. Sus frutos son tan
metafóricos como físicos y las ciudades suelen ser sus organismos
más abstractos, negociando con lo efímero: dinero, ideas o
conceptos políticos. Ella es, después de todo, una de las diosas de
la abundancia. Lo que se siembra con ella lo cosecha su amante, el
dios moribundo. Para muchos, los productos reales de un jardín
pueden ser eso, aunque en realidad pueden ser cualquier cosa que una
persona desee desde el corazón.
Honra
a la Reina de Mayo
Para
este ritual necesitarás una fotografía o una figura de una diosa de
la primavera. Puede que prefieras una imagen de la Virgen María.
Quizás también desees una imagen de Flora, Pomona, Kore, Creddylad
o una versión de un festival del Día de Mayo moderna o histórica.
Asimismo, precisarás una o dos plantas en maceta, flores cultivadas
en la zona y una carta en la que solicites ayuda para “sembrar”
lo que te gustaría que apareciera antes del otoño.
Coloca
la imagen en un espacio que cumpla la función de altar. Haz una
corona de flores y corona la imagen, diciendo:
¡Te
nombro Reina de Mayo!
Coloca
una maceta a cada lado.
¡Éstos
son tus centinelas!
Pon
tu carta debajo de la imagen.
¡Ésta
es mi petición!
Deja
la corona de flores durante dos día, y luego empléala como abono.
Cada día hasta Lughnasadh, detente y charla con el icono sobre cómo
te va y lo que ves de la reina todos los días. Cierra cada sesión
con una oración u ofrenda.
Aquí
tienes un ejemplo de oración que te puede resultar útil:
Viva
la Reina de Mayo, que trae abundancia para todos.
Son
tus frutos los que me sustentan, tu alegría la que me eleva,
tu
amabilidad la que me hace bien.
Alabada
Diosa, permanece junto a mí en todas las cosas
que
pueda hacer para que esta parte del mundo sea un lugar mejor.
Si
necesito milagros, concédemelos;
si
tengo que enseñar, guíame hacia el aprendizaje;
si
deseo compasión, muéstramela.
¡Bendita
seas, alabemos a la Reina de Mayo!
En
Lughnasadh, limpia el altar, entierra la carta en un lugar que
necesite bendiciones y medita sobre cómo fue tu verano, y considera
si tu oración diaria y la conversación resultaron de ayuda.
-Diana
Rajchel
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