Yule,
o el Solsticio de invierno, es un día que se celebra en todo el
mundo como un faro de luz en medio de la oscuridad.
Yule
es la noche más larga del año, y para muchos, el invierno ha
llegado trayendo días cortos con mucho frío y sin suficiente luz.
Sin embargo, el
solsticio es un día de esperanza, porque después de éste, el Sol
comienza su lento retorno, aumentando cada día más hasta que la
rueda del año gira, llevándonos de nuevo a la primavera.
La
Diosa se encuentra en su personaje de la Madre, después de haber
dado a luz al niño Dios y completado el ciclo de nacimiento,
crecimiento, muerte y renacimiento. El Rey del Roble ha luchado
contra su hermano, el Rey del Acebo, y ha ganado de nuevo su cetro,
así que la parte creciente del año comienza de nuevo.
Muchas
tradiciones navideñas familiares proceden de esta festividad
(escuchar cómo se canta el villancico “Yuletide merry”),
haciendo de éste el día de fiesta perfecto para compartir con
amigos y familiares paganos y no paganos.
El
abeto y las ramas de árboles de hoja perenne representan la vida en
medio de la muerte, porque sobreviven cuando la mayoría de las
plantas mueren. Así que decora tu árbol con símbolos mágicos y
alza una copa de sidra caliente al Sol recién nacido.
¡Que
la luz te acompañe!
-Deborah
Blake
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