Aunque la fiesta de los Difuntos ya pasó, como hoy se celebra el Día Intermedio de Samhain, creo que merece la pena recuperar este post sobre las flores de difuntos por excelencia: los tagetes o maravilla. Espero que os guste…
¿Qué celebración del Día de los Muertos estaría completa sin la maravilla (la variedad tagetes o “maravilla común”), en lugar de la caléndula?
Presente en elaborados altares al difunto, la maravilla brilla, rindiendo homenaje a la memoria de la persona fallecida y a su vitalidad en el reino espiritual. De hecho, la maravilla es venerada por su capacidad de conferir movimiento y vitalidad al ciclo de la muerte y el renacimiento, para confortar a los vivos al recordarnos los ciclos naturales y para mejorar la comunicación entre mundo físico y espiritual.
La maravilla nos ayuda a alinearnos con nuestro estado natural de felicidad, especialmente a medida que los días se hacen más fríos y las noches más largas. Como tal, puede ser una excelente aportación para un centro decorativo o cualquier trabajo relacionado con la felicidad y la alegría.
De hecho, la esencia de la flor puede ser un medicamento eficaz para el trastorno afectivo estacional. En La enciclopedia de las hierbas mágicas, Scott Cunningham escribe: “Las maravillas, recogidas al mediodía cuando el Sol está en su punto más cálido y más fuerte, fortalecerán y consolarán al corazón”.
Además, la maravilla puede ser un aliado útil para entrevistas de trabajo y casos judiciales, ya que su energía vital y fortificante puede actuar como un tónico mágico para el éxito.
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