Puesto que somos seres diurnos, solemos asociar la noche con el misterio y la magia e incluso con el peligro y la muerte. En este panorama nocturno están presentes los búhos, que planean silenciosamente por la oscuridad. Igual que la noche, los búhos pueden considerarse tanto beneficiosos como perjudiciales.
La mayoría de personas sólo oye los gritos de los búhos salvajes: ululatos y alaridos. Incluso aunque no las veamos, estas aves huidizas nos proporcionan un valioso servicio: mantener bajo control la población de roedores. Es un recordatorio de la importancia de lo que sucede entre bastidores.
Los búhos también representan las actitudes variadas que los seres humanos han tenido respecto a la brujería y al reino espiritual. En algunas culturas, los búhos presagiaban la muerte y la mala suerte e, incluso transformados en brujas, lanzaban maldiciones. En otras, eran portadores de sabiduría y conocimientos, y aliados poderosos a los que había que ganarse.
Por eso, los búhos simbolizan la batalla que brujos y paganos modernos han tenido que afrontar para acabar con los estereotipos negativos. Tanto ellos como nosotros tenemos mucho que ofrecer a la humanidad, y su sabiduría es una herramienta poderosa que podemos utilizar para concienciar a los demás sobre mitos y concepciones erróneas, ya sea sobre religiones minoritarias como sobre el lugar que ocupan las aves rapaces en su ecosistema.
-Lupa
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