En un trozo de cuerda de 21 cm., hay que hacer siete nudos a distancias más o menos iguales, humedecerla en agua al comienzo de la noche de un viernes. Al día siguiente se ofrece a las siete espiritualidades: las de en frente, las de atrás, las de su derecha, las de su izquierda, las de arriba, las de abajo y las del centro. Acto seguido se debe uno apoyar en sus siete nudos para proyectar su mente y su astral a partir del sueño.
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