lunes, 1 de agosto de 2016

AGOSTO


¿Te has preguntado alguna vez de dónde procede el término “canícula”? Se originó hace miles de años en las antiguas Grecia y Roma cuando la primera aparición de Sirio, también conocido como la Estrella Perro, marcó una época de intenso calor estival y el comienzo de los “Días de Perros”. Sirio es una estrella situada en la constelación Canis Maior que sigue a Orión, el Cazador, a través del cielo del verano. En la cultura grecorromana, las canículas se asociaban al aumento de la rabia, el miedo, el hambre, la excitación y la insaciabilidad. Se creía que la Estrella Perro añadía su poder al del Sol, haciéndolo aún más brillante, más cálido y más intenso. A menudo se llevaban a cabo sacrificios y ofrendas a la estrella en un intento de atraer la brisa fresca y obtener un poco de alivio.

Si la canícula también te ha dejado hambriento de alivio, ¿por qué no pruebas tu propia magia con la temática del perro? Hacer magia con perros callejeros puede parecer un poco extraño o mundano en un primer momento, pero sólo hay que contar la cantidad de deidades del mundo que han sido concebidas en forma de perro. Los egipcios tenían al dios con cabeza canina Anubis, señor del inframundo y protector de los muertos. Los hindúes tienen a Sarama, madre divina de todos los perros. Los aztecas a Xólotl, el dios con cabeza de perro del trueno y el relámpago, y los griegos a Cerbero, el perro guardián de tres cabezas de Hades. En el zoroastrismo, se cree que la simple mirada de un perro destierra a las energías y a los espíritus malignos y, en Mesopotamia, había incluso un culto religioso dedicado a la veneración de los perros. Los perros son sagrados y el reconocimiento de este hecho puede ser poderosamente mágico. Así que toma a tu perro, si tienes uno (o pide prestado el de algún vecino), y prueba este sencillo, pero eficaz, hechizo de la canícula.

Hechizo de la canícula para el alivio
Comienza tu ritual gratificando al perro con una buena dosis de caricias, dejando que tu amor y compasión pase a través de tus dedos al cuerpo del animal. A continuación, concede al perro una especial atención: cepilla su pelo, coloca flores en su collar o simplemente proporciónale una almohada para mascotas que sea muy mullida.

Piensa en tu perro como en un ser divino, un dios peludo de cuatro patas que está disfrazado. Si lo deseas, dale a tu perro un nombre mágico durante el ritual, quizás combinando el nombre de un dios con el del perro. Por ejemplo, mi perra Sally se llamaría “Sally Sarama” o “Anubis Sally”.

A continuación, honra a tu perro sagrado con una ofrenda. Puedes utilizar galletas para perros u hornear tú mismo algún tipo de galleta que tú y tu cachorro podáis disfrutar juntos. Parte en pequeños pedazos la comida y deja que el perro coma de tu mano mientras dices:

¡Perro divino, yo te honro!
¡Ten piedad de mí, un ser humano!

Para cerrar el ritual, sírvele a tu perro un tazón de agua fría y deja que beba mientras piensas en el alivio que buscas, ya sea de la ira, de la ansiedad, de la excitación o del intenso calor del verano. A medida que el perro se refresca, también se calmarán y amortiguarán tus preocupaciones y problemas.
-Melanie Marquis


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