¿Te
has preguntado alguna vez de dónde procede el término “canícula”?
Se originó hace miles de años en las antiguas Grecia y Roma cuando
la primera aparición de Sirio, también conocido como la Estrella
Perro, marcó una época de intenso calor estival y el comienzo de
los “Días de Perros”. Sirio es una estrella situada en la
constelación Canis Maior que sigue a Orión, el Cazador, a través
del cielo del verano. En la cultura grecorromana, las canículas se
asociaban al aumento de la rabia, el miedo, el hambre, la excitación
y la insaciabilidad. Se creía que la Estrella Perro añadía su
poder al del Sol, haciéndolo aún más brillante, más cálido y más
intenso. A menudo se llevaban a cabo sacrificios y ofrendas a la
estrella en un intento de atraer la brisa fresca y obtener un poco de
alivio.
Si
la canícula también te ha dejado hambriento de alivio, ¿por qué
no pruebas tu propia magia con la temática del perro? Hacer magia
con perros callejeros puede parecer un poco extraño o mundano en un
primer momento, pero sólo hay que contar la cantidad de deidades del
mundo que han sido concebidas en forma de perro. Los egipcios tenían
al dios con cabeza canina Anubis, señor del inframundo y protector
de los muertos. Los hindúes tienen a Sarama, madre divina de todos
los perros. Los aztecas a Xólotl, el dios con cabeza de perro del
trueno y el relámpago, y los griegos a Cerbero, el perro guardián
de tres cabezas de Hades. En el zoroastrismo, se cree que la simple
mirada de un perro destierra a las energías y a los espíritus
malignos y, en Mesopotamia, había incluso un culto religioso
dedicado a la veneración de los perros. Los perros son sagrados y el
reconocimiento de este hecho puede ser poderosamente mágico. Así
que toma a tu perro, si tienes uno (o pide prestado el de algún
vecino), y prueba este sencillo, pero eficaz, hechizo de la canícula.
Hechizo
de la canícula para el alivio
Comienza
tu ritual gratificando al perro con una buena dosis de caricias,
dejando que tu amor y compasión pase a través de tus dedos al
cuerpo del animal. A continuación, concede al perro una especial
atención: cepilla su pelo, coloca flores en su collar o simplemente
proporciónale una almohada para mascotas que sea muy mullida.
Piensa
en tu perro como en un ser divino, un dios peludo de cuatro patas que
está disfrazado. Si lo deseas, dale a tu perro un nombre mágico
durante el ritual, quizás combinando el nombre de un dios con el del
perro. Por ejemplo, mi perra Sally se llamaría “Sally Sarama” o
“Anubis Sally”.
A
continuación, honra a tu perro sagrado con una ofrenda. Puedes
utilizar galletas para perros u hornear tú mismo algún tipo de
galleta que tú y tu cachorro podáis disfrutar juntos. Parte en
pequeños pedazos la comida y deja que el perro coma de tu mano
mientras dices:
¡Perro
divino, yo te honro!
¡Ten
piedad de mí, un ser humano!
Para
cerrar el ritual, sírvele a tu perro un tazón de agua fría y deja
que beba mientras piensas en el alivio que buscas, ya sea de la ira,
de la ansiedad, de la excitación o del intenso calor del verano. A
medida que el perro se refresca, también se calmarán y amortiguarán
tus preocupaciones y problemas.
-Melanie
Marquis
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