Mabon, el equinoccio de otoño, es el homólogo del equinoccio de primavera. Sólo en estos dos días del año, el día y la noche están exactamente igual, en equilibrio.
Como celebramos el segundo de los tres festivales de la cosecha, nos regocijamos en la cosecha de manzanas, maíz, calabacines y muchas otras frutas y verduras que son abundantes en esta época del año. Más que eso, nos regocijamos en nuestras propias cosechas personales, tanto mundanas como mágicas.
Tiempo atrás, cuando regresó la luz, muchos de nosotros establecimos metas para el año. Mabon es el momento perfecto para comprobar nuestro progreso. ¿Has cosechado todo lo que esperabas durante los meses que han transcurrido? Si no, ¿qué se interpone en tu camino y cómo puedes lograr el equilibrio que todos buscamos? El equinoccio de otoño es un buen momento para realizar magia para la claridad y el equilibrio antes de dirigirnos hacia el invierno. Ahora la luz se va apagando, los días resultan más fríos y nos dirigimos hacia los días más oscuros y fríos del año.
En algunas tradiciones, el Dios se sacrifica en Mabon por el bien de la tierra. ¿Qué vas a sacrificar tú por el bien de tu propio crecimiento espiritual? Mientras reflexionas, ¡no olvides darte un festín durante la abundancia de la temporada!
-Deborah Blake
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