En Holanda, en el año 1600, la belleza de los tulipanes los pusieron de moda: los bulbos llegaron a tener tal valor que durante un tiempo fueron como el oro. De hecho, la cualidad mágica más potente de esta flor tiene que ver con la belleza: la física, la emocional y la de la vida misma.
Por ejemplo, para aumentar la apreciación sensorial de una comida o una reunión, utiliza tulipanes como centro de mesa. O, para tener un velo de magnetismo y deseo, prueba a barrer tu aura con unos tallos.
A causa de su bulbo sustancial y su alineación con los sentidos y el mundo físico, el tulipán también puede ayudarnos a crear una base firme. Así que si te sientes nerviosa, planta tulipanes, pasa tiempo con ellos o ponte unas gotas de la esencia de la flor debajo de la lengua.
El tulipán resuena en el corazón, así que si crees que a tu corazón físico o emocional le vendría bien un fortalecimiento, prueba a añadir unas gotas de la esencia de la flor al agua que bebes o a la del baño.
El tulipán también comparte muchas cualidades con las diosas del amor: la franqueza, la belleza, la sensualidad, la atención al corazón y el deseo. Como tal, puede ser una gran adición a los altares de las diosas del amor o a rituales que involucran a diosas como Hathor, Venus o Parvati.
-Tess Whitehurst
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