3 tazas de legumbres (judías pintas, blancas, negras; garbanzos, etc.) precocinadas o en conserva, escurridas y aclaradas
Aceite de oliva
1 cebolla en rodajas
2 dientes de ajo picados
1 taza de apio cortado en trozos
2 tazas de mantequilla de cacahuete o de calabacín cocido, enfriado y cortado en dados
1 taza de maíz
1 taza de salsa de tomate
2 cucharaditas de comino
2 pizcas de chile
1 pizca de orégano
Preparación:
Pon las legumbres en una cacerola. En una sartén fríe, con aceite de oliva, la cebolla roja, el ajo y el apio hasta que estén tiernos y añade a la cacerola. Agrega el calabacín (o la mantequilla de cacahuete), el maíz y la salsa de tomate. Pon suficiente agua para cubrir todo. Añade las especias, la sal y la pimienta al gusto. Lleva a ebullición y luego cuece sin tapar dos horas a fuego lento, removiendo de vez en cuando y añadiendo agua si es necesario para evitar que se pegue al fondo. Este chile es aún más sabroso al día siguiente de cocinarse. Para añadir un toque de autenticidad, sirve con pan o nachos de maíz.
Nancy V. Bennett
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