Samhain es testigo de las últimas cosechas. Marca el Año Nuevo celta en que todo lo que no se ha cosechado debe permanecer en los campos a beneficio de los espíritus. Es la noche de la Cena silenciosa, la Noche de los Ancestros, la noche para trabajar con los difuntos. Es una noche de liberación, de consuelo, de duelo. También es el momento de los nuevos comienzos. Puedes eliminar todo lo que no ha funcionado y empezar de nuevo.
Es la noche de Hécate en el cruce de los caminos. ¿Te encuentras en una disyuntiva en este momento de tu vida? Pídele orientación a Hécate. Lo puedes hacer con un ritual o una meditación, pero ten cuidado con lo que pides, ya que a Hécate no le gustan las bromas. Te dará la respuesta, estés lista o no para recibirla. Ésta también es una noche para retomar el contacto con las generaciones de tus ancestros. Remóntate lo más lejos posible en tu árbol genealógico y permíteles guiarte. Las noches inmediatamente posteriores a Samhain son buenas para trabajar con los muertos, ya sean ancestros, hijos, mascotas o almas errantes que no tienen a nadie que los llore. Traza un círculo, enciende una vela, hazles saber que se les recuerda y llora. Ayúdales a completar su viaje. Los vivos pueden sanar a los muertos, amándoles y dejándoles marchar.
Cerridwen Iris Shea