Hay
un momento, cuando todo el trabajo está hecho, en que tiene lugar el
desapego. Conocido como el momento en que el “velo entre los
mundos” es más fino, hay casi más conciencia en esta época que
en cualquier otra de que finalmente liberaremos nuestra experiencia
humana.
Hay
una fatalidad que nos espera a todos nosotros. Por diferentes que
puedan ser cada uno de nuestros caminos, todos nos enfrentamos al
mismo final.
Beltane
vio la unión del espíritu y la materia. Samhain ve la separación.
Encarando
los días más oscuros antes del solsticio de invierno, la luz parece
estar muy lejos. En la antigüedad, este festival marcaba un tipo
diferente de cosecha. Los rebaños se sacrificaban para asegurar la
supervivencia tanto de la tribu como del resto del ganado durante los
inmediatos meses de invierno.
Para
nosotros, Samhain es rico con su sabiduría. Podemos tomarnos el
tiempo de homenajear las tradiciones de nuestros ancestros.
Finalmente podemos disipar todo lo que nos hace sentirnos pequeños y
asustados. Podemos permitir que la quietud interior busque nuestra
próxima dirección verdadera. Liberar todos tus prejuicios y
expectativas de lo que debería ser, ¿qué deseas crear realmente en
el siguiente ciclo?
-Tiffany
Lazic